Es por eso que decimos que la tarea de iluminar el hogar se divide en tres: qué iluminar, cómo iluminar y con qué iluminar.
La calidad de la luz que se tenga en el hogar o en el trabajo influirá enormemente en la manera de trabajar, estudiar, relajarse o sentirse. Por ello, debes tener en cuenta estos beneficios de una buena iluminación:
Evita el sobreesfuerzo ocular
La luz es un gran aliado para poder visualizar mejor los objetos en el hogar, así sea en espacios pequeños. Dependiendo de la decoración, a veces nos topamos con espacios que tienen poco acceso de luz y es ahí donde es necesaria la luz artificial. Toda luz tiene su sombra y debemos procurar que ésta se proyecte en el lugar adecuado o de preferencia evitarla para no forzar nuestra vista ya que eso puede traer dolores de cabeza, migrañas, enrojecimiento de los ojos o fatiga ocular.
Brinda seguridad
La iluminación es el eje central de toda buena decoración. La luz puede ser un gran aliado para ayudar a ampliar pequeños espacios, así como para destacar determinados elementos decorativos de cualquier hogar u oficina. Con un espacio bien iluminado puedes evitar accidentes en espacios como la cocina, escaleras, el baño, etc. La cocina en particular, es la habitación de la casa más necesitada de luz. Es crucial, ya que es un lugar principalmente de trabajo y con elementos delicados.
Ayuda al estado de ánimo
Con respecto a la luz natural, esta aumenta la producción de serotonina, hormona de la felicidad, y con esto mejoramos nuestro humor, nos da energía y vitalidad. Un espacio bien iluminado en el hogar, brindará una sensación de calidez y ayudará a sentirnos cómodos. Esto contribuye a mejorar nuestra calidad de sueño y favorece nuestra capacidad cognitiva, factores que nos brindan bienestar.